sábado, 30 de junio de 2012

7 mitos electorales

1. Se puede hacer fraude con el PREP.

Falso, el PREP ni siquiera tiene valor legal, no tendría sentido hacer fraude con él si el verdadero resultado se da con los cómputos distritales, el miércoles siguiente a la jornada electoral.

2. Se le puede meter un algoritmo al PREP para que altere los resultados.

Falso, la UNAM ya lo auditó y no encontró elementos extraños ni algoritmos. Se que algunos ignorantes que se hacen pasar por expertos en matemáticas y estadística han observado que el PREP se comporta raro, pero basta decir que los resultados del PREP no son aleatorios como ellos desde su ignorancia pretenden, llegan primero resultados de casillas urbanas cercanas a las sedes distritales, luego casillas urbanas no tan cercanas y después los de localidades cada vez más apartadas y aisladas. Hay regularidad en eso, hay elementos culturales comunes que influyen en el flujo de los datos. Además, el PREP no tiene valor legal, es sólo informativo; intentar alterarlo sería inútil.

3. El Presidente del IFE puede orquestar un gran fraude.

Falso. El Presidente del IFE es el coordinador y responsable de todo el proceso electoral y su organización; pero el sistema electoral está diseñado para que no el Presidente del IFE ni el Consejo General tengan control sobre los resultados. El Control de los resultados está en los funcionarios de mesa de casilla y en los Consejos Distritales, que revisan los resultados de las casillas y verifican que coincidan con las copias de cada acta que tienen los representantes de los partidos.

4. El IFE cambió los crayones por lápices para borrar los votos y alterarlos.

Falso. En las casillas estarán presentes los representantes de todos los partidos para impedir cualquier alteración. además, el IFE reemplazó las crayolas por que éstas se derriten en donde hace mucho calor.

5. Puede haber boletas duplicadas.

Falso. En los consejos distritales y de nuevo, en presencia de los representantes de los partidos políticos las boletas son revisadas en sus folios y contadas y cada una es sellada para evitar que alguien meta una boleta falsa en la urna. Ahí se pueden detectar errores de impresión o duplicidades y esas boletas siempre son destruidas, en presencia de los partidos políticos.

6. Las campañas sucias son evidencia de fraude.

Falso. Pretender que un candidato pueda hacer acusaciones sobre los demás mientras que los demás no puedan hacerlas sobre él no es un fraude, sino intolerancia y doble moral. Es deseable que todos podamos tener tanto información positiva como negativa sobre cada candidato y es deseable que todos tengamos información completa sobre el desempeño profesional previo de cada candidato; la vida privada es sólo suya,pero la vida profesional de los políticos es asunto de interés público y debe ser conocido.

7. El IFE hace cosas a espaldas de los ciudadanos para orquestar un fraude.

Falso. En todas las elecciones, el IFE toma todas y cada una de sus decisiones en presencia de los partidos políticos. Muchas veces ellos las validan y siempre las conocen, pero a veces conviene a sus intereses fingir que no sabían o que no se les consultó. Por ejemplo, todos conocían el asunto de los lápices desde que fue propuesto, durante sus pruebas y aprobación; todos saben cómo opera el PREP, pero a veces les conviene desacreditar al árbitro electoral y para eso aprovechan la falta de información de los ciudadanos. A los primeros que les conviene qu elos ciudadanos estén desinformados es a los partidos, no a la autoridad electoral, que gasta millones de pesos en medidas de seguridad que los partidos desacreditan.

Vamos a votar

Porque un voto parece algo muy humilde, apenas una marca en una hoja de papel...
Pero muchos votos unidos pueden elegir quiénes gobernarán a este país y cómo lo harán durante los próximos años.

Porque no se trata de sumarse al ganador. sino de decidir quién queremos que gane.
Si el que va a adelante en las encuestas no es de nuestro agrado, nosotros podemos cambiar esa tendencia ¿Como? pues con votos, con muchos votos.

Y para que los votos sean muchos se necesita de cada uno de ellos. de cada uno de nuestros votos.
Y lo más importante de todo: No importa quién sea el Presidente, para cumplir o no sus promesas de campaña necesita la aprobación de as Cámaras, la de Diputados y la de Senadores.

La elección de diputados y senadores en tan importante o aún más que la elección de presidente: porque ellos aprueban el presupuesto cada años; cada centavo que utiliza el Presidente debe ser aprobado por los diputados. Ellos vigilan de cerca al presidente. Ellos ponen las reglas y pueden elegir reglas que permitan la corrupción o la dificulten, reglas que permitan el abuso de poder o lo prohíban, reglas que protejan a los ciudadanos o los dejen en el desamparo.
Así de importante es votar.

viernes, 29 de junio de 2012

Cómo hacer un fraude nacional

Está claro que no es fácil hacer un fraude en las casillas: Difícilmente podríamos colocar ahí gente "de confianza" si se integran por ciudadanos elegidos mediante sorteo. Esos ciudadanos son vecinos de la sección electoral, de manera que los electores se podrían darse cuenta de que uno no es vive cerca de ahí... Además las vigilan representantes de todos los partidos. Inútil pensar en robar o cambiar las boletas, que tienen tantas medidas de seguridad y están hechas en papel especial, además de que son selladas y contadas en cada distrito. Es fácil distinguir las falsas, en caso de que alguien lograra meter alguna en esas urnas tan vigiladas. Tampoco sirve tratar de cambiar o alterar las actas, porque cada representante de partido tiene una copia, se coloca otra copia de los resultados en el exterior de la casilla y todo eso se compara y se verifica que coincida al llegar al Consejo Distrital. Alterar una casilla es difícil y más difícil aún multiplicar eso por cientos o miles de las 143 mil que se instalarán.

Igualmente inútil es tratar de alterar el resultado de un distrito. Están muy vigilados y cada acción que se realiza ahí está repleta de medidas de seguridad; además, ahí todo se hace en actos públicos a la vista de lso partidos políticos y en presencia del ejército. Entrar a trabajar ahí para hacer algo mientras todos duermen tampoco es sencillo; habría que ser parte del Servicio Profesional Electoral para poder estar ahí, luego de varios años de trabajo intenso y evaluaciones constantes... Hay escasas oportunidades de alterar alguna cosa en esas bodegas tan vigiladas y en cambio el riesgo es muy alto... ni pensar en alterar sus sistema informático, pues ahí no tienen el control y si el sistema detecta algún error impide que ese resultado sea capturado hasta que coincida con el acta.

Tal vez lo más viable sea hacer el fraude a escala nacional, desde la cabeza misma del sistema electoral, desde el Consejo General del IFE. En el Consejo General están presentes los partidos políticos y los medios de comunicación, así que nada de lo que ahí se hace o se dice puede ocultarse; pero tal vez haya otras maneras, veamos:

El IFE realiza su trabajo a través de las direcciones ejecutivas; pero cada una de ellas es vigilada de cerca por una comisión. En las comisiones también están los partidos políticos y nada se puede hacer sin que ellos se enteren. Pero quizá haya cosas que se puedan hacer a espaldas de las comisiones... por ejemplo, meter troyanos o algoritmos en el PREP (programa de Resultados Electorales Preliminares), pero ese también es vigilado por un comité de especialistas que revisa todo el diseño y la programación. Además, para abrir el PREP o para ponerlo a funcionar se necesita usar una clave especial que está dividida entre todos los partidos políticos, de manera que para hacerlo deberían estar todos presentes para poder echar a andar el sistema... es interesante que ni el presidente del IFE pueda entrar al PREP cuando él quiera, que no tenga el control.

A lo mejor no le interesa tener el control porque el PREP es informativo,pero carece de valor legal. El único resultado que vale es el de la sesión de cómputo el miércoles siguiente al día de la elección y se hace en los consejos distritales en presencia de los partidos políticos; es decir, que de nada sirve tener el control del PREP si los resultados que valen y cuentan legalmente se hacen en otra parte... en los 500 distritos. Así que el Consejo General en realidad no tiene control sobre el resultado PREP ni sobre el cómputo oficial.

Lo cierto es que el Consejo General no tiene control sobre los resultados ni puede alterar las boletas o las actas, porque cada una de ellas es revisada por los vecinos de cada sección en presencia de partidos políticos; son computadas en consejos distritales en presencia de los partidos políticos y capturadas en sistemas que los propios consejeros tampoco controlan.

Entonces, si no tienen control sobre los resultados ¿para que sirven los consejeros del IFE? Bueno, ellos coordinan todo. Deciden las características y el diseño de boletas y materiales, aprueban los métodos y plazos para que todo se realice y pueden sancionar a quienes se retrasen o traten de meter alguna falla en todo ese sistema.

También revisan las finanzas de los partidos y ahí sí que podría haber un fraude ¿o no? Sólo que los partidos se vigilan unos a otros y pueden acusarse mutuamente, por lo que el IFE está obligado a investigar todo eso y a pedir información a la Comisión Nacional Bancaria y de Valores, a Hacienda y a los proveedores y luego cruzar esa información. eso puede tomar semanas pero a menos que los partidos cubran muy bien sus operaciones lo más seguro es que ese descubrirá... pero ¿que pasa si se descubre demasiado tarde, cuando ya hayan pasado las elecciones' Bueno, pues el IFE puede anular esa elección y se tendría que repetir.

Pero ¿qué pasa si un partido soborna a los consejeros? No es tan sencillo porque los consejeros fueron aprobados por diputados de todos los partidos, son vigilados de cerca por un contralor que responde ante la Cámara de Diputados y además siempre  deciden y actúan en presencia de los partidos políticos, tienen prohibido excluirlos. por si fuera poco, los partidos pueden quejarse de cualquier decisión del Consejo general y ésta será revisada pro el Tribunal electoral.

Pero lo más importante es que los Consejeros no pueden controlar el PREP, ni los cómputos, ni los resultados porque nada de eso está centralizado; todo ocurren en demasiados lugares y cada uno de esos lugares está vigilado por los partidos políticos, por más consejeros, por ciudadanos sorteados, por observadores electorales...

A menos que podamos sobornar a todos los funcionarios de casilla, todos los representantes de partido, todos los consejeros distritales, todos los miembros del Servicio Profesional Electoral, al Ejército Mexicano, a los representantes de partido en cada comisión, consejo y casilla, a los expertos que auditan el PREP... todo eso suma como dos millones de personas... entonces, y sólo entonces, un fraude será posible.


jueves, 28 de junio de 2012

Cómo hacer fraude en un distrito

No es sencillo hacer fraude en una casilla... parecen lugares sencillos, pero están más vigiladas de lo que aparentan: la policía, los representantes de otros partidos, los observadores electorales, los impredecibles vecinos. No podemos apoderarnos de los lugares estratégicos, los de funcionario de casilla, porque se les elige mediante un inconveniente sorteo. Y de las boletas ni hablar; están tan vigiladas y tienen tanta seguridad (como si fueran dinero) que no hay forma de alterarlas o cambiarlas sin hacerlas inválidas.

Además es un trabajo demasiado complejo que debe repetirse con miles de ellas; hay más de 140 mil casillas, encargadas a vecinos de cada sección mediante sorteo y vigiladas pro los partidos políticos... ni hablar.

Pero sólo hay 500 distritos; a lo mejor ahí se puede hacer algo; veamos.

No es sencillo entrar a trabajar en un distrito; hay demasiados controles, hay exámenes que aprobar y cursos que tomar y eso para los cargos de menor importancia. Para los de mayor importancia, lo que podrían tener acceso a las actas o a las bodegas en donde se guardan las boletas y después los votos hay que ser parte del Servicio Profesional Electoral y eso es bastante difícil; se necesita un título profesional, esperar una convocatoria, aprobar exámenes muy difíciles y luego trabajar y trabajar hasta que le toque a uno la suerte de estar entre los funcionarios que tienen a su cargo las bodegas.

Si conseguimos llegar hasta ahí hay que tener en cuenta que el ejército las vigila y todo el tiempo están ahí los representantes de otros partidos, además de los consejeros distritales. Los consejeros distritales son personas seleccionadas pro sus conocimientos y trabajan coordinados con los partidos y el servicio profesional para vigilar las boletas y la papelería. La vigilan de diferentes maneras; pro ejemplo, sellan las bodegas con unas etiquetas a las que les ponen sus firmas; sellan y cuentan una a una las boletas...

Hay bastante vigilancia para impedir que cualquiera abra una de esas bodegas...

Cuando al fin les llegan los votos ellos hacen el cómputo del distrito en voz alta y en una sesión pública en la que también están todos los partidos, la policía, cámaras y muchas personas más, porque son sesiones públicas. Todo lo que ocurres está a la vista de todos y los resultados se proyectan en tamaño gigante. Ahí se verifica que los datos coincidan, que no haya errores, ni pérdidas, ni paquetes maltratados... demasiada gente, demasiada seguridad...

En los distritos, aunque menos, es difícil hacer un fraude porque son en si mismos un mecanismo de seguridad encargado de vigilar los que ya se colocaron en las urnas, boletas, paquetes, votos... habrá que buscar en otra parte.

miércoles, 27 de junio de 2012

¿Cómo hacer fraude en una casilla?



Ya establecimos que un fraude puede ser necesario para salvar al país del comunismo, del neoliberalismo, de la ultraderecha o el caos izquierdista... según cuáles sean nuestras fobias. Ahora veremos cómo hacer un fraude.

Si una cadena se rompe por el eslabón más débil, el eslabón más débil en una elección puede ser la casilla.

La casilla es un lugar poco vigilado, atendido por ciudadanos anónimos, lejos de las cámaras y la atención que tienen el Consejo General del IFE. Además, hay casillas aisladas en montañas y sitos remotos, o perdidas entre laberintos de calles; si algo sucediera la policía tardaría en llegar pero ¿como hacerlo?

La clave de todo está en la urna. En la urna se depositan los votos y ahí se guardan hasta que los funcionarios de casilla la abren para contarlos. Así que la urna debe ser el objetivo; hay que cambiar o incluso desaparecer esos votos; veamos cómo se puede hacer.

Cómo apoderarnos de la urna. Esto sería más sencillo si pudiéramos se presidentes de casilla, porque a ellos se las entregan algunos días antes y ellos las cuidan hasta que las entregan en la oficina distrital del IFE. lamentablemente no es tan simple, porque el IFE hace un sorteo entre todas las personas de la lista nominal para ver quiénes son designados como funcionarios de casilla. entre ellos eligen al de mayor escolaridad para ser presidente pero, el gran problema aquí es el sorteo; uno no puede ir nada mas y ofrecerse como voluntario, por que ese condenado sorteo evita que cualquiera, de mi partido o del contrario, pueda controlar a los funcionarios o al menos saber quiénes serán.

Entonces, tal vez podamos cambiar el contenido de la urna. Quizá podamos imprimir boletas idénticas y reemplazarlas...

Tampoco es tan simple; las boletas se imprimen en un papel especial que tiene mecanismos similares a los del dinero; el IFE les llama tramas visibles e invisibles... también tienen un folio y el IFE registra en qué lugar y a qué paquete se asigna cada folio... no se pueden imprimir duplicados y cuando eso ocurre los detectan en los distritos, porque ahí los examinan y los cuentan los consejeros distritales.

Como las boletas están contadas y son especiales no es fácil reemplazarlas; pero tal vez podría conseguir algunas e insertarlas por mi cuenta sólo que... las urnas tienen ventanas para ver en su interior. Lo que es peor, desde que las fabrican e imprimen y durante todo su camino las boletas son vigiladas por el ejército, la policía, los consejeros distritales y en todos esos lugares están presentes representantes de todos los partidos y no solamente del mío... intentar robar boletas puede ser mortal.

Creo que tampoco me serviría de mucho sobornar a los funcionarios de casilla, porque a ellos los vigilan muy de cerca los representantes de los partidos. 

Hay un instante en el que la urna tiene poca vigilancia y es después de que cuentan los votos y las meten en un paquete... ese paquete podría ser robado o sustituido por otro, pero cuando se guardan en el paquete ya fueron contados y los resultados se anotaron en unas actas, se dio una copia de cada acta a cada representante de partido, otra copia se coloca afuera de la casilla y una más dentro del paquete; si reemplazamos el paquete por otro, cuando llegue a la oficina distrital se darán cuenta porque su resultado no coincide con el de las actas que tienen los representantes, ni con el que se pegó fuera de la casilla... si no coincide abrirán el paquete para contarlo de nuevo y ahí notarán que las actas son falsas y todo el trabajo que se hizo para lograr el fraude en la casilla será anulado. Tal vez sería más sencillo robar el paquete y hacerlo desaparecer, pero en ese caso no podría cambiar los votos a favor del adversario por votos a favor de mi candidato.


Además, estamos hablando de sólo una casilla; para causar algún impacto habría que repetir este trabajo en cientos o en miles de ellas... serán más de 140 mil casillas y no imagino quién podría alterar el suficiente número de ellas para cambiar el resultado de una elección... no, las casillas están demasiado vigiladas y las boletas tienen demasiada seguridad... si queremos hacer un fraude debemos intentar de otra manera.


martes, 26 de junio de 2012

El fraude necesario

La democracia es imperfecta. De qué sirve que nos garantice libertad de asociación, prensa y asociación, si al final, en su parte más importante, las decisiones se toman por los votos de todos y lo mismo vale el voto de un pobre que de un rico, de un intelectual o un ignorante.

¿Acaso no debería valer más el voto de alguien que se preocupa por los pobres que el de alguien que sólo se interesa en tonterías como la estabilidad económica? ¿No debería valer al menos el triple el voto de un académico con posgrado que el de una persona sin preparación? ¿No deberíamos tomar mas en cuenta el voto de un líder sindical que el de un egoísta empresario? Lo peor es que semejante método puede permitir resultados indeseables; por ejemplo, que gane un candidato poco patriota, o deshonesto, o uno fortalecido por campañas en televisión y no apoyado por una trayectoria cercana a la gente.

Así pues, las multitudes pueden ser engañadas y elegir a una persona inadecuada, con la complacencia de las autoridades electorales. Los electores pueden equivocarse y con ello traicionar al pueblo; una elección así es indudablemente fraudulenta, por que se trata de algo que desafía a la razón, a la inteligencia y a la moral.
¿Como podemos combatir un peligro tan grande? Muy simple, si el fuego se combate con fuego,

combatamos el fraude con fraude: si los electores inconscientes o ignorantes pretenden imponer a un mal candidato, por el bien de la república y de nuestro futuro carguemos un poco los dados para que gane el mejor; la democracia no debe ser traicionada.

Hay varias formas de intentarlo: podríamos convencer a Presidente de la República para que él haga lo necesario, o convencer al presidente del Instituto Federal Electoral... si cualquiera de ellos se resiste, tal vez los magistrados del Tribunal electoral sean personas más razonables.

Lo que no podemos permitir es que la realidad se siga equivocando... eso nunca más.

sábado, 2 de junio de 2012

El Perro del Mes: Judy, prisionera de guerra

Al magnífico coraje y resistencia en los campos de prisioneros japoneses, que ayudó a mantener la moral entre sus compañeros de prisión, y también para salvar muchas vidas a través de su inteligencia y vigilancia
Frank Williams

Judy, una pointer inglés, que nació 1937 en Shanghai, China, fue adoptada como mascota por la Armada Real Inglesa y estuvo en servicio mascota de la tripulación del HMS Grasshopper, que fue torpedeado y se fue a pique en febrero de 1942. Los 75 tripulantes y 50 pasajeros consiguieron nadar hasta Sinkep, una isla desierta y árida en la que Judy logró rastrear un manatial que descubrió cavando con sus patas. Esa acción salvó la vida de todos los naúfragos, quienes dieron a Judy el sobrenombre de Ángel de la Guarda.

Se apoderaron de un junco Chino pero fueron capturados por los soldados japoneses cerca de Sumatra y enviados a un campo de prisioneros. Durante el viaje a prisión Judy conoció al el cabo segundo Frank Williams, se hicieron amigos y Frank convenció al comandante del campo para que la considerara como un prisionero más, con el propósito de que recibiera las garantías que se dan a los prisioneros (de haberla considerado un animal más es seguro que la habrían matado o abandonado). Los tres años siguientes Judy y Frank  compartieron el cautiverio y el tazón diario de arroz, pero Judy mostró en varias ocasiones su valor al intervenir para evitar que los presos fueran asesinados, interponerse cuando iban a ser castigados, recibiendo así ella misma el castigo y salvando en numerosas ocasiones a los soldados cautivos de ser atacados por serpientes y escorpiones. 

En 1944 los prisoneros fueron trasladados a Singapur, pero a los perros no se les permitió subir a bordo; sin embargo, Frank la hizo pasar como un bulto de arroz, pero el barco en el que los trasladaban fue bombardeado y se hundió en el mar. Frank ayudó a Judy a escapar por un pequeño agujero y conservó la esperanza de volverla a ver cuando supo que había ayudado a varios prisioneros a sobrevivir acercándoles materiales flotantes y en ocasiones sirviendo ella misma como balsa.
Se reencontraron de nuevo en el campo de prisioneros y estuvieron cautivos por un año más, construyendo vías de ferrocarril. En la selva de Singapur, Judy fue atacada y mutilada por un cocodrilo, pero logró consiguió sobrevivir y fue finalmente liberada, junto con los demás prisioneros cuando los japoneses se rindieron en 1945. 

Una vez más viajó como contrabando hasta Liverpool, y seis meses después fue reconocida como heroína y recibió la Medalla Dickin. Durante 1946 Judy y Frank viajaron por Inglaterra para animar a las familias de los prisioneros que no lograron sobrevivir. En 1948 los dos amigos fueron enviados a una campaña de distribución de alimentos, financiada por le gobierno, en el norte de África. Dos años más tarde Judy murió como consecuencia de un tumor. 

Judy, con la medalla Dickin y Frank Williams