viernes, 11 de noviembre de 2011

Siete mitos sobre la lectura

1. Leer sólo es para estudiar
En un país sin lectores y, en general con poca educación, es común pensar que quien tiene un libro frente a las narices está preparándose para un examen o buscando respuestas acerca del Universo.
Lo cierto es que hay libros que enseñan (como los de Tim Carford, Carl Sagan y Alan Sokal), libros que divierten y enseñan (como los de Malcom Gladwell, Bill Bryson y Marvin Harris), libros que divierten mucho y no pretenden darnos lecciones (como los de Douglas Adams, J.K. Rowling y Eva Ibbotson), además de libros que no divierten tanto aunque sí pretenden enseñar (como los de J.J. Benítez, Dan Brown o Max Toth);  Quien afirme que en los libros sólo hay estudio y no emoción es porque no tenido en sus manos un volumen de El Pequeño Vampiro, Harry Potter, Molley Moon, el Mundo de Tinta, el Señor de los Anillos o el Criptonomicón, que son diversión y acción pura.
Un buen libro de aventuras es como tener una pantalla Imax dentro de la cabeza.

2. Leer es para inadaptados, frikis, timoratos.
Hay dos cosas que decir sobre esto:
1. Los inadaptados son personas que encuentran que algo en el mundo no les gusta y hacen algo por cambiarlo; desde esta perspectiva, Martin Luther King, Nelson Mandela, Steve Jobs, Luis Pasteur, John Lennon, Vladimir Lenin, Eleanor Roosevelt, Mijaíl Gorvachov y Juan Pablo II, sólo peor mencionar algunos, fueron unos verdaderos inadaptados.
2. Me gustaría encontrarle lo timorato a Georges Bataille, a H.P. Lovecraft, a Jack Kerovac, a Juan Rulfo (bueno, dicen que él si era friki) o a José Saramago: ahí hay transgresión, hay mordacidad, hay audacia, hay vitalidad. Algunos escritores, como Hemingway, Remarque o Kerovac han sido verdaderos tipos duros, de esos que van a la guerra, recorren el mundo a pie y pelean en los bares.

3. Leer es aburrido.
Lo que es aburrido es mirar una y otra vez en mismo estúpido chiste racista, sexista o machista en el canal de las estrellas. Es cierto que en televisión existe el humor inteligente, fresco e ingenioso (Scrubs, Mithbusters, House, Seinfield), pero esos programas fueron hechos por gente que sí lee.
Uno puede reír durante horas leyendo el perturbador humor de Douglas Adams, el ingenio perverso de Roal Dahl, la chispeante agudeza de Alan Bradley o el cínico desparpajo de Xavier Velasco. Las entregas de Harry Potter hicieron que millones de personas de todo el mundo se desvelaran primero esperándolos y después leyéndolos. El Ensayo sobre la Ceguera, la Historiadora, El Señor de los Anillos, Los Mitos de Ctuluh, Neuromante, Criptonomicón, Drácula, Guía del Autoestopista Galáctico son obras que uno no puede soltar.

4. Leer es para loosers.
Me parece que un verdadero looser sería el que pierde la tarde mirando como se divierten Charlie Sheen, Jason Presley o David Duchovny. Ellos tres (los reales, no sus personajes) leen bastante, por cierto.
Vamos, cualquier persona que aspire a ser algo en esta vida necesita leer un poco... a menos que se dedique a la política o los programas de variedades, que son más o menos lo mismo.

5. Los que leen son feos y nada atléticos.
En realidad esos son los que se sientan a ver programas de variedades y videos de Reggaetón.
Veamos algunos casos extremos: para ser actor o acriz en Hollywood hay que leer y mucho (los guiones son enormes, cuando una película se basa en un libro tienen que leerlo también, etc.), pero hays algunos casos especiales; por ejemplo, Heidy Lamar fue Ingeniera en Telecomunicaciones e inventó el sistema de control de de los misiles que fueron instalados en Bahía de Cochinos; Dolph Lundgren (el grandote de Rocky IV) es ingeniero químico con un máster en Matemáticas, Rashida Jones está graduada en Filosofía y Religión en Harvard, Kate Beckinsale está graduada en Literaturas Francesa y Rusa en Oxford, Jodie Foster tiene un tútulo en literatura por la Universidad de Yale, Jennifer Connely es licenciada en literatura por Stanford, Famke Jensen estudió economía en Amsterdam y se licenció en titeratura en Columbia, Natalie Portman se graduó en psicología en Harvard, Elizabeth Sue es licenciada en administración por Harvard, Arnold trabalenguas tiene un Máster en Administración, Matt Damon es filólogo, Richard Gere fue maestro de Filosofía, Danica McLellar es investigadora universitaria y coautora de un teorema matemático, Mr. bean tiene un Máster en Ingeniería Electrónica por Oxford... puro nerd.

6. Leer exige tiempo. 

La excusa más común para no leer es la falta de tiempo. Cuando se pregunta a la gente por qué no leen o no hacen (hacemos) ejercicio la respuesta eterna es "por falta de tiempo" como si este país estuviera lleno de gente ocupada, llena de grandes compromisos y obligaciones...pero sí que hay tiempo para estar 4 horas diarias frente al televisor, más de una hora en Facebook (mirar las fotos de la fiesta o estalkear a los "ex" no es leer), o dos horas sentados en el Metro mirándo al vacío.
Es realmente sencillo, provechoso e inteligente llevar un libro y hacer más entretenidas esas dos o tres horas en el transporte público, los 20 minutos en la fila del banco, los 40 minutos esperando turno en la ventanilla de la delegación, 45 en el hospital, 50 en el dentista o esperando a alguien en un café... ¿le sigo?

7. Leer no es cool.
Sé que para algunas personas lo máximo sería convertirse en estrellas del futbol, de las telenovelas o de las secciones policiacas (con frecuencia son las mismas personas); pero las verdaderas celebridades no se distinguen por el Hummer amarillo ni los guardaespaldas; sino por sus habilidades sociales.
¿Cómo llegaron Cristina Fernández de Kirchner, Ángela Merkel, Fidel Castro y Barack Obama a donde están ahora? Convenciendo. ¿Que se necesita para convencer? Hay que conversar, animar, argumentar, estar lleno de respuestas inteligentes. ¿Como se logra eso? Leyendo. Esa es la diferencia entre un político y un líder; una estrella efímera y un verdadero actor; un intérprete y un músico; un boxeador retirado pobre y un boxeador retirado rico.
La fortuna favorece a quien lee y leer sí es cool.

2 comentarios:

  1. Gracias por romper estos mitos. Como lectora ávida y adicta, se que leer es el pasaporte a todos los mundos de todas las épocas, un recurso para sobrellevar las pérdidas, el antídoto contra la depresión y el aburrimiento, y ciertamente uno de los mayores placeres de la vida. ¡Pobres!De lo que se pierden los que no leen.

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  2. Muy cierto: leer es divertido, amenom económico y elegante

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