viernes, 11 de noviembre de 2011

La escuela: enemiga de los libros


Sospecho que la mayor responsable de que en este país no se lea es la escuela. Es verdad que los medios de comunicación le han ayudado mucho a promover el rechazo a los libros, entre ellos revistas que deberían estimular la lectura, pero que desisten de informar para poner más anuncios e ilustraciones.

Que la televisión no motiva a leer ya no es sorpresa, hay canales que no motivan ni a pensar y algunos que motivan más a dejar de respirar. El cine no parece enemigo de la lectura, toda vez que los libros llevados al cine suelen subir sus ventas, por lo que me atrevo a suponer una alianza mutuamente provechosa entre libros y cine, sin olvidar que la gente que ama los libros suele amar también el buen cine y que así como hay toda una cultura literaria hay una cultura cinéfila y... ya estoy divagando, concentrémonos.

Digo que la mayor responsable de que en este país no se lea es la escuela me baso en tres consideraciones que no son las únicas y quizá ´no sean las principales, pero sí son, a mi modo de ver, muy poderosas:

1. En la escuela hacen que uno odie los libros.

2. En la escuela hacen que la lectura sea una experiencia dolorosa.

3. En la escuela enseñan que los libros no son divertidos.

En la escuela hacen que uno odie los libros porque no muestran que la lectura puede ser una forma de entretenimiento; la reducen a una obligación, un trabajo, una tarea pesada que carece de placeres, experiencias inmersivas y hasta beneficios: ahí enseñan que se lee para obtener una calificación y en el mejor de los casos para aprender las respuestas de un examen, no para conocer cómo funcionan las cosas, no para tener respuestas, no para ser un buen conversador y nunca, jamás, para divertirse.


En la escuela hacen que la lectura sea una experiencia dolorosa porque los profesores más aburridos, los más crueles, los más incompetentes usan la lectura como forma de castigo. Hay profesores que ponen a los estudiantes a leer y subrayar el libro de texto mientras ellos juegan solitario en la laptop o miran revistas de chismes detrás de su escritorio; hay profesores que castigan a los alumnos haciéndolos leer cuando se portan mal (por lo tanto, la lectura es un castigo) y hay profesores que hacen leer sólo cuando andan de mal humor.  Lo que esos profesores enseñan es que la lectura no sirve para descansar, para entretener y mucho menos para pasar un rato agradable.

En la escuela enseñan que los libros no son divertidos porque cuando se toman la molestia de promover la lectura lo hacen con frases como "para ser mejores" "para superarnos" "para abrir nuestras mentes" "para ser más civilizados" "para ser más cultos" "para desarrollar nuestro sentido crítico" y nada de eso es divertido, ni parece algo que hagan las personas que se divierten.

En los mejores casos enseñarán que los escritores son gente que sufrió mucho antes de que los publicaran, que solían beber, errar y suicidarse... o que son millonarios como J.K. Rowling, Dan Brown o Stephenie Meyer. Así que los lectores vienen a ser solitarios que beben, vagan y sufren o millonarios a los que les sobra el tiempo para sentarse en un diván con un ejemplar de Chaucer en una mano y un Merlot en la otra.

Pero lo que menos se enseña a los estudiantes, es que leer puede ser una actividad que la gente normal realice de manera normal en su tiempo libre.



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