La Revolución Mexicana, como todas las revoluciones y como todas las obras humanas, compartió las virtudes y los vicios de quienes la hicieron. Entre las virtudes están la emancipación de los desprotegidos y el reconocimiento a los derechos fundamentales de los campesinos y los trabajadores. También dejó un gran legado, desde los corridos (que no se pueden comparar con la basura llamada "narcocorrido") hasta la comida portátil (los tacos, las quesadillas).
Pero también tuvo sus vicios: a final de cuentas se trató de una Revolución en gran parte auto-financiada mediante el robo y el saqueo. Los líderes revolucionarios eran al mismo tiempo mártires y asesinos, ladrones, salteadores de caminos. Ellos tuvieron más tarde la responsabilidad de gobernar y no todos pudieron cambiar sus hábitos y costumbres.

La culpa no es sólo de un partido, sino de toda una nación que lo dejó crecer, prosperar... y lo sigue permitiendo.
Lo más importante aquí es que la propuesta de parar esta guerra, de dejarlos en paz no hará que desaparezcan, sólo hará que sigan "trabajando" con tranquilidad y a plena luz del día. No se trata de dejar de molestarlos para que ya no maten gente por la calle. Eso lo han hecho siempre.
Por que la nuestra, la de la gente común, lleva un siglo derramándose, la única diferencia es que antes no salía en las noticias, sólo el Alarma! informaba de ella y le tomaba fotos. Antes no le importaba al gobierno y antes no había opositores al gobierno que llevaran la cuenta para reclamar por ellos.
Cuando otros tengan la presidencia, o cuando se deje de molestar a los criminales ¿quien llevará la cuenta de los muertos?
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