Hace un par de años en un blog ya desaparecido escribí que para localizar a los narcos no hacía falta un gran aparato de inteligencia, sino un poco de inteligencia práctica y propuse, entre otras cosas, identificar las casas construidas con especial grandeza y mal gusto, los compradores de todoterrenos feos y ostentosos, además de vigilar a los orfebres del oro y la pedrería para localizar a los clientes que les encarguen cosas de pésimo gusto; por ejemplo, un collar de medio kilo de oro o una pistola chapeada en oro.
Desconozco si al gobierno ya se le habrá ocurrido seguir el doble rastro de 1. el dinero gastado a lo baboso y 2. el mal gusto llevado a niveles faraónicos... en cualquier caso, los todoterrenos pintados de morado con cristales de espejo, los collares gigantes y las pistolas doradas ya están por ahí participando en balaceras que, mientras más espectaculares, más hacen sentir a los criminales que son poderosos e impunes. Los dejamos crecer y multiplicarse, el daño está hecho y ahora lo mejor es prevenir.
Ofrezco mi contribución a un futuro más pacífico y justo con las siguientes ideas:
1. Iniciar una campaña inteligente para que los niños y adolescentes eviten las drogas. Las campañas que hasta hoy hemos visto son estúpidas y vacías. Mensajes del tipo "vive sin drogas", "habla con tus hijos" o "haz deporte" sólo invitan a salir de la ñoñez y probar algún alucinógeno para evitar ser tan idiota como esas frases. Señoras y señores: los deportistas consumen drogas, he conocido familias cuyo único lazo de unión es ir a la misma "tiendita" (traducido, tener el mismo dealer, proveedor o camello) y eso de "vive sin drogas" de plano es ingenuo.
Los jóvenes buscan las drogas porque creen que eso es cool, nice, glamoroso y rudo. Los videos de rap muestran a pandillas de negros en una piscina, viajando en convertible y quemando dinero. ¿Como contrarrestar ese poderoso mensaje? Simple: hay que mostrar lo que en verdad hacen las drogas, con fotos de Amy Winehouse, con reportajes que muestren cómo los adictos piden limosna por las calles o se prostituyen por una dosis; con los estados de cuenta de profesionistas y empresarios que en unos meses van de la prosperidad a la miseria. Que vean cuál es el verdadero glamour de las drogas: ESO seria una campaña inteligente.
2. Dar seguimiento (grabar, analizar, archivar) a las llamadas y visitas que reciben los alcaldes y jefes de policía en cuanto son postulados y al llegar al cargo ¿Por qué? Por que los primeros que los llaman para presionar, convencer, extorsionar o corromper son los criminales. Esas primeras llamadas y visitas son cruciales; no hay que vigilar diez mil; sólo un centenar a lo sumo. En esos días los delincuentes muestran su poder, llaman para decir que saben todo del nuevo funcionario y su familia, así que es en ese periodo cuando convencen, amenazan o determinan a qué inocentes asesinarán. No puede decirse que tales llamadas o visitas sean privadas si se hacen a los números y en las sedes oficiales de gobierno ¿cierto?
3. Dar oportunidades a los jóvenes. Parece una idea trillada pero no es si ve de esta manera: Los gobiernos de todas las naciones (el nuestro incluido) ofrece generosos estímulos a las grandes empresas y hasta les paga las deudas (¿Por que en España esta sucediendo lo que sucede?). Les regala terrenos, les da exenciones de impuestos y apoya a todas aquellas grandes industrias que en un terreno de 50 mil metros cuadrados ofrezcan crear ¿200 empleos? Por mucho menos dinero podría crear oportunidades para jóvenes: cooperativas, maquilas, talleres en los que no se les pagara una miseria. Veámoslo así: un trabajador promedio, en una fábrica, almacén, tienda, etc. gana de 50 a 100 pesos diarios por jornadas completas de trabajo, mientras el gobierno regala millones de dólares para las empresas que crean esos empleos miserables. ¿Por que no eliminar a los costosos intermediarios y crear algunos miles de empleos decentemente pagados? ¿Por que no pagar los mismos 200 o 300 pesos que el crimen ofrece para extorsionar comerciantes a los jóvenes... por ejemplo, reparando patrullas, que son una porquería, tapando baches o reparando parques y escuelas. Por la misma cantidad, que no es grande, se podría retener a estos jóvenes en las filas de la gente honesta.
4. Complicar el escape. Una dificultad que los criminales tienen en la Ciudad de México es hallar ruta de escape. La ciudad es un caos de tráfico intenso, calles cerradas por obras, calles que cambian de dirección sin previo aviso, puestos sobre la vía y autos mal estacionados. Eso nos complica la vida, nos estresa... pero también impide que los delincuentes puedan matar y huir fácilmente. La ciudad entera es un retén, cada obra es una garita y cada plantón un obstáculo. Los delincuentes se apoderan más fácilmente de ciudades pequeñas, en donde es sencillo disparar y huir a toda máquina. Eso puede resolverse poniendo bellos arcos, puentes y glorietas en cada entrada, en cada calle principal. Embellecerían el paisaje y complicarían la salida a toda prisa al crear un embudo. Ni siquiera sería necesario poner en cada una de ellas un grupo de vigilantes, bastaría una cámara para fotografías a cada auto o persona que pase por ellas.
5. Vigilar las telenovelas. No es broma, veamos cómo es el mundo que pintan estos programejos: una sociedad de muy ricos y muy pobres en donde los muy ricos viven en el ocio y los muy pobres son humillados constantemente. Conozco ambos mundos y también el de enmedio, lo bastante bien para saber que ese panorama de empresarios multimillonarios que sólo se sientan a recibir dinero es falso, tan falso como el de los pobres que siempre son buenos y nunca progresan por más que trabajen. Las telenovelas fomentan el odio social pero hacen algo más: promueven la ostentación, el derroche, la envidia y la idea de que todo ello se puede obtener con dinero fácil. Los adolescentes que comienzan a delinquir no lo hacen para comer, sino para comprarse unos tenis "de marca", ropa "de marca" y un auto "de marca". El gran estímulo para ser un criminal es la tentación de tener cosas caras y despertar envidia: no se trata de censurar sino de vigilar los medios que promueven esas ideas, con las telenovelas y los videos de rap a la cabeza.
Lo importante es prevenir; prevenir la tentación por el dinero fácil, por el escape fácil, por la extorsión fácil y por ser fácilmente cool. Mostrar que todo es un mito; complicar la huida y sobre todo: empezar a combatir esta cultura del derroche, del "quiero que me envidien" del "ustedes los ricos y nosotros los pobres"; y claro, también de la gentuza de clase media para arriba que por tener una pantalla plana, un auto nuevo, una Maestría o un abuelo español (o todo junto) se creen parte de la nobleza. Para prevenir la violencia, primero hay que prevenir la envidia, el odio y la ambición combinada con pereza. Lo primero es cambiar de canal.
¿Alguien tiene otra idea?
Desconozco si al gobierno ya se le habrá ocurrido seguir el doble rastro de 1. el dinero gastado a lo baboso y 2. el mal gusto llevado a niveles faraónicos... en cualquier caso, los todoterrenos pintados de morado con cristales de espejo, los collares gigantes y las pistolas doradas ya están por ahí participando en balaceras que, mientras más espectaculares, más hacen sentir a los criminales que son poderosos e impunes. Los dejamos crecer y multiplicarse, el daño está hecho y ahora lo mejor es prevenir.
Ofrezco mi contribución a un futuro más pacífico y justo con las siguientes ideas:
1. Iniciar una campaña inteligente para que los niños y adolescentes eviten las drogas. Las campañas que hasta hoy hemos visto son estúpidas y vacías. Mensajes del tipo "vive sin drogas", "habla con tus hijos" o "haz deporte" sólo invitan a salir de la ñoñez y probar algún alucinógeno para evitar ser tan idiota como esas frases. Señoras y señores: los deportistas consumen drogas, he conocido familias cuyo único lazo de unión es ir a la misma "tiendita" (traducido, tener el mismo dealer, proveedor o camello) y eso de "vive sin drogas" de plano es ingenuo.
Los jóvenes buscan las drogas porque creen que eso es cool, nice, glamoroso y rudo. Los videos de rap muestran a pandillas de negros en una piscina, viajando en convertible y quemando dinero. ¿Como contrarrestar ese poderoso mensaje? Simple: hay que mostrar lo que en verdad hacen las drogas, con fotos de Amy Winehouse, con reportajes que muestren cómo los adictos piden limosna por las calles o se prostituyen por una dosis; con los estados de cuenta de profesionistas y empresarios que en unos meses van de la prosperidad a la miseria. Que vean cuál es el verdadero glamour de las drogas: ESO seria una campaña inteligente.
2. Dar seguimiento (grabar, analizar, archivar) a las llamadas y visitas que reciben los alcaldes y jefes de policía en cuanto son postulados y al llegar al cargo ¿Por qué? Por que los primeros que los llaman para presionar, convencer, extorsionar o corromper son los criminales. Esas primeras llamadas y visitas son cruciales; no hay que vigilar diez mil; sólo un centenar a lo sumo. En esos días los delincuentes muestran su poder, llaman para decir que saben todo del nuevo funcionario y su familia, así que es en ese periodo cuando convencen, amenazan o determinan a qué inocentes asesinarán. No puede decirse que tales llamadas o visitas sean privadas si se hacen a los números y en las sedes oficiales de gobierno ¿cierto?
3. Dar oportunidades a los jóvenes. Parece una idea trillada pero no es si ve de esta manera: Los gobiernos de todas las naciones (el nuestro incluido) ofrece generosos estímulos a las grandes empresas y hasta les paga las deudas (¿Por que en España esta sucediendo lo que sucede?). Les regala terrenos, les da exenciones de impuestos y apoya a todas aquellas grandes industrias que en un terreno de 50 mil metros cuadrados ofrezcan crear ¿200 empleos? Por mucho menos dinero podría crear oportunidades para jóvenes: cooperativas, maquilas, talleres en los que no se les pagara una miseria. Veámoslo así: un trabajador promedio, en una fábrica, almacén, tienda, etc. gana de 50 a 100 pesos diarios por jornadas completas de trabajo, mientras el gobierno regala millones de dólares para las empresas que crean esos empleos miserables. ¿Por que no eliminar a los costosos intermediarios y crear algunos miles de empleos decentemente pagados? ¿Por que no pagar los mismos 200 o 300 pesos que el crimen ofrece para extorsionar comerciantes a los jóvenes... por ejemplo, reparando patrullas, que son una porquería, tapando baches o reparando parques y escuelas. Por la misma cantidad, que no es grande, se podría retener a estos jóvenes en las filas de la gente honesta.
4. Complicar el escape. Una dificultad que los criminales tienen en la Ciudad de México es hallar ruta de escape. La ciudad es un caos de tráfico intenso, calles cerradas por obras, calles que cambian de dirección sin previo aviso, puestos sobre la vía y autos mal estacionados. Eso nos complica la vida, nos estresa... pero también impide que los delincuentes puedan matar y huir fácilmente. La ciudad entera es un retén, cada obra es una garita y cada plantón un obstáculo. Los delincuentes se apoderan más fácilmente de ciudades pequeñas, en donde es sencillo disparar y huir a toda máquina. Eso puede resolverse poniendo bellos arcos, puentes y glorietas en cada entrada, en cada calle principal. Embellecerían el paisaje y complicarían la salida a toda prisa al crear un embudo. Ni siquiera sería necesario poner en cada una de ellas un grupo de vigilantes, bastaría una cámara para fotografías a cada auto o persona que pase por ellas.
5. Vigilar las telenovelas. No es broma, veamos cómo es el mundo que pintan estos programejos: una sociedad de muy ricos y muy pobres en donde los muy ricos viven en el ocio y los muy pobres son humillados constantemente. Conozco ambos mundos y también el de enmedio, lo bastante bien para saber que ese panorama de empresarios multimillonarios que sólo se sientan a recibir dinero es falso, tan falso como el de los pobres que siempre son buenos y nunca progresan por más que trabajen. Las telenovelas fomentan el odio social pero hacen algo más: promueven la ostentación, el derroche, la envidia y la idea de que todo ello se puede obtener con dinero fácil. Los adolescentes que comienzan a delinquir no lo hacen para comer, sino para comprarse unos tenis "de marca", ropa "de marca" y un auto "de marca". El gran estímulo para ser un criminal es la tentación de tener cosas caras y despertar envidia: no se trata de censurar sino de vigilar los medios que promueven esas ideas, con las telenovelas y los videos de rap a la cabeza.
Lo importante es prevenir; prevenir la tentación por el dinero fácil, por el escape fácil, por la extorsión fácil y por ser fácilmente cool. Mostrar que todo es un mito; complicar la huida y sobre todo: empezar a combatir esta cultura del derroche, del "quiero que me envidien" del "ustedes los ricos y nosotros los pobres"; y claro, también de la gentuza de clase media para arriba que por tener una pantalla plana, un auto nuevo, una Maestría o un abuelo español (o todo junto) se creen parte de la nobleza. Para prevenir la violencia, primero hay que prevenir la envidia, el odio y la ambición combinada con pereza. Lo primero es cambiar de canal.
¿Alguien tiene otra idea?
¡Buen aporte!
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