Los triunfadores van en Bicicleta 2

Humprey Bogart

Evita los gastos por impulso y ahorra mucho dinero

¿Cuánto dinero nos fumamos, nos bebemos y nos comemos cada año en gastos innecesarios?
¿Cuántas cosas necesarias podríamos comprar si en lugar de gastar por impulso ahorráramos un poco cada día?
¿Cuánto mejoraría nuestra vida si dejamos de comprar refrescos y comida chatarra? ¿Cuánto nuestra salud? ¿Cuánto nuestra cartera?

La nota completa está en El Financiero. 

Leer es Cool 2

El costo de la distracción

¿Cuánto dinero pierden las empresas y el gobierno mientras los empleados se distraen en las redes sociales?
Más directo: ¿Cuál es el costo de procastinar?

Lo vi primero en Una infografía el Día.

Los triunfadores van en bicicleta

Marilyn Monroe y Arthur Miller. 

El Evangelio del Tamal

Fue el primer día y El Señor hizo estallar la chispa adecuada. Fue el segundo día cuando separó las aguas de los ríos y los océanos. En el tercero puso semillas en la tierra y las hizo germinar. En el cuarto, llenó los océanos de peces, moluscos y equinodermos. El quinto día lo dedicó a las aves que surcan los cielos y las bestias que caminan sobre la tierra. 

Pero mientras El Señor hacía estos prodigios, con los frutos de su obra probaba alguno que otro tentempié. Con semillas hizo pan de trigo, de maíz y de arroz; vio que era bueno y por las noches acompaño su té con galletas de avena, de canela o de vainilla. Una vez que tuvo peces creó la empanada, el volován y el sándwich, que hizo con atún y vió lo bueno que estaba aquéllo. En el sexto día probó la torta de jamón con queso y chilitos verdes acompañada con agua fresca que preparó con los frutos del tamarindo.  

Y dijo El Señor:  Sea ésta la comida de los hombres y mujeres que trabajan. Que los llene de fuerza y energía. Hágase el falafel, el gyro, el choripán, el sándwich, la torta, la tapa, el hotdog, el noodle, el blini, el taco y la empanada.  Pero aquél que las consuma sin moderación póngase gordo.

Llegado el séptimo día decidió El Señor tomar un descanso y contemplar su obra. Levantóse un poco más tarde aquél día y mientras escuchaba las noticias se dispuso a probar algo que fuera grato para un día de asueto. 

De esa forma creó El Señor los tamales. De chile verde y chile rojo los hizo. De mole, de frijos y de rajas con queso. De masa esponjosa en hoja de maíz y de masa suave en hoja de plátano. A cada región dio un tamal según los frutos que en ella crecieran y dijo: compartan el tamal con los viajeros y con los enfermos, con los amigos y con los parientes. Hagan tamales para  conmemorar las fechas que he de señalarles, porque el tamal viene de la tierra y del trabajo de la gente y eso es bueno, como bueno es su sabor. Mas del tamal especial que guardé en la repisa de la cocina, de ese no comeréis. 

Salió el Señor a ver sus asuntos cuando la serpiente se acercó a Eva y le dijo: “Veo que el Señor ha preparado ricos tamales de todos los sabores mas, ha dejado para él lo mejor”.Eva le respondió: El señor nos dio tamales de muchos sabores y tamaños para disfrutar de ellos; es justo que reserve uno para él y que lo acompañe esta noche con su café, mientras le acompañamos a mirar un capítulo de Doctor Who. 

Mas dijo la serpiente: ¿Acaso no hizo El Señor los tamales para vuestro disfrute? ¿Por qué entonces, si dice que os ama, reserva el mejor para él? Que no les engañe; ese tamal que él ha reservado el mejor que cualquier otro y lo quiere para él solo. ¿Acaso no están ustedes a cargo de la creación? ¿Por qué alguien ha de ponerles impedimentes? 

Añadió la serpiente. Más vale pedir perdon que pedir permiso y les aseguro que  si coméis de ese tamal seréis como dioses.

Al llegar el Señor aquélla noche, calentó café y buscó su tamal. Pero al ver que se lo habían comido dijo Dios: Ingratos, os he dado los tamales de todos los sabores y sólo tenían que respetar el que guardé para mi. Vengo cansado luego de recorrer el mundo y ustedes me niegan el gusto de comerme un tamalito, después de todo lo que les he dado. 

Uno les da la mano y ustedes toman el brazo entero. Salgan de aquí.

Pero Eva y Adán le miraban con ojos largos desde la puerta y no se atrevían a salir. El Señor fue a su encuentro y les dijo: Dios aprieta pero no ahorca...

¿Qué significa eso, señor? Preguntó Eva.

No estoy seguro, la verdad es que no me creo eso de los refranes. Miren, haremos lo siguiente:  Por tu desobediencia, Eva, parirás a tus hijos con dolor y deberás hacer doble jornada, pues tu empleo quedará lejos y aún deberás volver para planchar los uniformes y preparar la cena. 

Y Tú, Adán, por hacer caso a esta ingrata, empujarás el bote de tamales por las calles, en las tardes de sol y bajo la lluvia; y de su venta apenas tendrás lo necesario para vivir.

Y no obtendrás riqueza de los tamales, ni los camotes, ni los esquites, pues fuisteis prósperos en mi casa, pero me habéis desobedecido.  Para conseguir algo más tendrán que hacer una inversión mayor y a mayor inversión mayor ganancia, pero también mayor riesgo... no esperen que los marxistas lo comprendan. 

En fin, les daré la opción de estudiar una carrera y espero que ustedes hagan lo mismo por sus hijos, pues se los doy para que los amen y los cuiden y no para que los conviertan en sus peones. 

Pero no he terminado, pues comenzar la jornada tampoco será fácil. Encontrarán el Metro lleno y los peseros manejarán como locos. Y sólo con el sudor de vuestra frente podréis comprar un auto, mas la gasolina será cara.

En cuanto a ti, Serpiente... no puedes esconderte de mi, ya te vi que nos estabas espiando. Tú engañaste a este par, así que  por andar de intrigosa te arrastrarás por el suelo, vivirás en hoyos y serás enemiga de la mujer. Ella pisará tu cabeza con tacones de aguja y tú le morderás el carcañal. 

¿Que es carcañal? Preguntó Eva.

Adán le contestó: Búscate un diccionario. Eres buena para tomar las cosas ajenas pero no para leer un poco. Así Eva huyó avergonzada, a la biblioteca, pero Adán le ocultó que tampoco sabía lo que era un carcañal. Así, Adán transmitió esa ignorancia a sus descendientes, que fueron muchos. 

Pero esa es otra historia.